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COMO MANEJAR LAS EMOCIONES NEGATIVAS


El enojo en sus formas más “crónicas” e intensas, se considera en la actualidad un factor de riesgo de experimentar afecciones cardiovasculares (Emociones negativas y enfermedades cardíacas). Pero no sólo se trata de efectos biológicos directos sino también de las repercusiones del enojo crónico sobre algunos aspectos del estilo de vida.

La gente que vive permanentemente enojada difícilmente adopte conductas vitales saludables. Es mucho más frecuente que sean proclives a fumar, no practiquen actividades físicas, tengan hábitos alimentarios poco saludables o beban en exceso.

El Dr. Wayne Sotile, director de programas de ejercicio y estilo de vida saludables, lleva a cabo una actividad de asesoramiento y clases para manejar los estados de enojo y de ira, y mantener bajo control las consecuencias de estas emociones negativas, como la depresión y el malestar general.

Existen algunos métodos simples que vale la pena intentar para manejar esas emociones, entre los que se destacan:

Cuando se sienta “acalorado”, ponga en marcha recursos para tratar de calmarse a sí mismo. Esto implica, entre otras cosas, reconocer precozmente que está entrando en un estado de ofuscación y tratar de controlar e interrumpir estos sentimientos antes de que crezcan y afloren en forma explosiva.

Tenga en mente una serie de ideas que deberá repetirse a Ud. mismo en los momentos difíciles:

  • No lograré nada enojándome o insultando a los otros, aunque sean los culpables del problema. Lo mejor será tratar de abordar este asunto desde otro ángulo.

  • Por ahora lo mejor es calmarse. Si mañana este problema que me enoja y perturba continúa sin ningún cambio, deberé estudiar como enfrentarlo.

  • Trataré de escuchar al otro en lugar de hablar yo.

  • El modo o la vía rápida no necesariamente es la mejor forma de afrontar algo, salvo que se trate de una situación de vida o muerte. Seguramente no es este el caso.

Practicar ejercicio con regularidad. Este es un recurso conocido por sus propiedades para reducir o suprimir el estrés y el enojo. No deje de tenerlo en cuenta. Recordemos además que la actividad física es un recurso terapéutico importantísimo en la reducción del colesterol sanguíneo y de la presión arterial, otro de los factores de riesgo cardiovascular más importantes.

Por último, si le resulta difícil cumplir con estos puntos, recurra a los demás para solicitar ayuda.

Recuerde que las situaciones de enojo permanentes o cotidianas no sólo alteran notoriamente la calidad de vida, llevando al aislamiento y a la depresión, sino que favorecen la aparición de afecciones cardiovasculares que posiblemente acentúen más esos estados anímicos.

Reflexione sobre estos puntos y consulte con su médico.

PHX/CCI/0077/16 - Editora Médica Digital.



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